La luz se arrodilla ante tus ojos
y le da a tu cuerpo
una sombra asombrosa,
el corazón hace brillos con el pulso
y una gran concha rota haría esquivar el poder.
Una flecha de fuego
podría matar la miel de mi sangre
y hacerla tierra.
Tú vienes a besar mi frente
y yo puedo besar tu corazón.
Vámonos juntos al paraiso
de nuestros sueños.